La revolución
humana más vertiginosa
ha sido la
llamada Revolución Tecnológica.
Aunque el ser
humano ha usado
la tecnología desde
que halló aplicaciones
al fuego, hace
mas de 10.000
años, el uso
de las denominadas
Cibertecnologías y sus
aplicaciones a todos
los campos, y en
nuestro caso al
campo de la educación
presenta retos inimaginables
en todos
los aspectos.
Por eso,el papel del docente en la actualidad
radica en afrontar y encarar los retos que la sociedad del
conocimiento le ha heredado. Hoy, a
diferencia de hace algunas décadas, el estudiante tiene acceso a la información
de manera rápida , excesiva y multimedial, lo cual hace que se genere incertidumbre y duda frente al
conocimiento, puesto que
dada la diversidad
de fuentes, aquel docente
que en otro tiempo era visto
como el poseedor
de la verdad absoluta hoy se enfrenta a
la relatividad del
conocimiento que cambia y
se reordena todo
el tiempo.
El
primer reto del docente frente a la educación de hoy es aceptar y aprender a
trabajar con la incertidumbre, esto significa estar preparado para encontrar
múltiples respuestas a los cuestionamientos que hace a sus estudiantes;es asumir
que el docente no posee una verdad
única, sino que se trata de un proceso de retroalimentación, es decir: mientras se va enseñando, se va aprendiendo e implícitamente se va construyendo conocimiento propio.
El
Segundo reto consiste en desprenderse de las
prácticas pedagógicas de la escuela tradicional que lo ha
acompañado por años. Si bien,
el estatus de
autoridad que aún
reviste al docente
de “mando” frente
a sus estudiantes,
este debe dejarse
permear por la tecnología y
asumir otro rol, para apropiarse de nuevas estrategias de enseñanza-
aprendizaje;entre ellas el uso y manejo de la nuevas tecnologías de la
información: la internet, multimedia, la televisión etc. Con esto es casi prioritario establecer un currículo
digital que le permita al educando adquirir nuevos conocimientos, nuevas experiencias y
nuevos procesos de reflexión y
apropiación. Esto significa convertirse en “gestor de aprendizaje” y convertir a sus aprendices en productores de conocimiento, desarrollando a la par en ellos las
habilidades de la educación del futuro: ser creativos, inventivos, altamente
productivos, con capacidad para resolver problemas y realizar trabajo
colaborativo y cooperativo a través
del uso y manejo asertivo
de la comunicación.
Un
tercer reto que es muy importante y que no se puede dejar atrás es la formación
en valores tan fundamentales en la
formación humana. Si antiguamente
el denominado “Bulling”
campeaba en los
patios de descanso,
hoy lo hace
en las redes
sociales. la escuela
debe ponerse al día
al debatir la
ética del ciberespacio
e incidir en
la legislación que
se haga sobre
ésta, porque es en el respeto por
la diferencia: social, étnica,religiosa,
cultural y de pensamiento; en la inteligencia emocional, en la valoración de sí
mismo y del otro y del entorno; donde
tiene incidencia un
factor que hace
la diferencia: El denominado “factor humano”,
irónicamente muy necesario en
esta sociedad tecnológica
y deshumanizada.
Sin
embargo, todo lo mencionado anteriormente en ocasiones se queda solo en el “deber ser”, ya que
este proceso no es sólo
responsabilidad del docente, ni del estudiante allí intervienen directamente
las políticas públicas del gobierno nacional, que en ocasiones fija sus intereses y objetivos
en la cobertura dejando de lado calidad de la educación. Irónicamente, el
salto de calidad
y cobertura, depende
directamente de la
voluntad política de
dotar colegios y escuelas
con dichas tecnologías,
las cuales hoy día llegan
a los lugares
más apartados del
país. Entonces es allí donde los
docentes nos vemos en conflictoscon el
quehacer pedagógico diario ya que algunos
maestros e instituciones
educativas cuentan únicamente
con el tablero y marcador como sus herramientas pedagógicas y no porque se
le tema a los nuevos avances tecnológicos sino porque dichas institucionesno
tienen dotación (didáctica, ni
tecnológica) ni con una infraestructura
adecuada para las nuevas tecnologías.
Pero
a pesar de todas aquellas dificultades, es la vocación, el tesón y entusiasmo lo que le permite a los
maestros comprometidos, trabajar día a día con las uñas para
no quedarnos atrás y brindar
una mejor educación a los niños y
las niñas basada en el afecto, el respeto y la tolerancia, donde
la felicidad y los sueños son la
esperanza de un mejor futuro. No
nos resignamos a
que nuestros niños
y nuestras niñas
se rezaguen frente
a la sociedad
del conocimiento, por
lo que implementar
las TICS como
una herramienta de
trabajo cotidiana, debe
ser el reto
de nosotros como docentes de
una escuela que
hoy en día
cambia sus métodos
a ritmo de vértigo.